Tuvo que hacerse el muerto para no ser asesinado

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 Una salida nocturna de amigos se convirtió en tragedia la madrugada de este domingo 6 de agosto de 2023. Dos adolescentes, de 16 y 17 años, fueron obligados a arrodillarse en la cuneta de una vía, en Guapulo, por sus victimarios, quienes les propinaron cinco disparos que los dejaron sin vida. Una tercera persona, que tuvo que fingir su muerte, quedó tendida junto a ellos. Cuando los gatilleros se fueron, se levantó y subió por las calles de este sector ubicado en Quito, pidió ayuda golpeando puertas y ventanas, de casa en casa, sin obtener respuesta, hasta que encontró una Unidad de Policía Comunitaria (UPC).



Así lo dio a conocer la Fiscalía General del Estado, quien procesó por asesinato y por tentativa de asesinato (se considera triple crimen por la muerte de los jóvenes y el intento de quitarle la vida a quien sobrevivió), a José Gregorio A. G. y a Yoselin Viviana P. Y., presuntos integrantes de “Los Lobos”, grupo de delincuencia organizada catalogada como terrorista.


El joven que tuvo que hacerse el muerto encontró a un guardia de seguridad, quien le dijo que había una Unidad de Policía Comunitaria a unos metros más arriba. Cuando llegó, los policías escucharon su historia


Así sucedieron los hechos

Las víctimas habían estado de fiesta por el centro norte de la ciudad y, para terminar la jornada, fueron hasta el ese lugar. Minutos después de entrar en el club nocturno, cuatro personas abordaron a los dos adolescentes y los obligaron a subir en un auto. Al sobreviviente lo interceptó una quinta persona, llevándolo al mismo vehículo.



Se van a morir, no les vamos a perdonar. El que perdona, muere!”, decían los captores de acento extranjero. “Por ti nos lanzaron el atentado ese día”, le increpaban al adolescente de 17 años. Y los llevaron hasta el lugar donde les dispararon.


Al terminar el relato, junto con el herido, los agentes bajaron al lugar donde yacían los cuerpos y se comunicaron con las unidades de apoyo para aprehender a los perpetradores. También a una ambulancia para trasladar a la víctima y testigo del crimen, hacia una casa de salud.

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