No es que no haya trabajo, es que no has sabido dónde buscar; cuando hay necesidades en este mundo, siempre hay alguien dispuesto a pagar porque se satisfagan, y resulta que esta mujer tiene una necesidad muy específica y bastante increíble.
Pattheema Chamnan, tailandesa de 44 años, ha abierto una convocatoria para conseguir un trío de mujeres para cumplir el rol de “amantes de su esposo”, quienes tendrán un salario mensual de unos 409 dólares; el marido, que resultó bastante mandilón, ha aceptado la imposición de su querida.
El extraño anuncio de clasificados tiene como origen dificultades que ha tenido la mujer para sostener relaciones con su esposo, lo cual la ha llenado de culpa.
Pattheema cree que lo menos que puede hacer es, si no satisfacerlo ella misma, sí conseguir a quien pueda, pues considera que no “cumplir con ese deber” la convierte en “una mala esposa”, y ella es todo menos irresponsable.
Pero ojo, no cualquier mujer puede ser amante del esposo de Pattheema: se requiere que las candidatas cumplan, por lo menos, con el requerimiento de ser “hermosas y educadas”, porque su hombre solo merece lo mejor.
Se trata, pues, de conseguir jóvenes que tengan un nivel de educación elevado (por lo menos carrera universitaria); con estos estándares busca que tengan buena presentación y sean diestras en la comunicación.
Por supuesto, la salud es lo primero, y no se trata de cambiar un estado de deficiente ánimo por una poco sana vida sexual por enfermedades venéreas.
Así pues, parte de las responsabilidades de las aspirantes al envidiable puesto es que tendrán que mantener un régimen estricto de exámenes médicos para evitar la proliferación de VIH y otras enfermedades de transmisión sexual.
La mujer que busca ayuda para “cumplir con sus deberes en la casa” ha estado pasando, según ella misma, por una depresión que le limita físicamente, afectando, entre otras cosas, la vida sexual de su marido; la contratante aclara que las amantes contratadas serán parte de la familia (ella quiere que sean, además, sus amigas) y tendrán empleo en la empresa que el matrimonio mantiene en la provincia costera de Samut Prakan.
